“Los empleados en ERTE con sueldo bajo pagarán hasta 200 euros más de media en la renta”, titulares como este, publicado por La Vanguardia, son los protagonistas, este 2021, en la campañadel IRPF.
La propia noticia explica, citando su fuente (REAF), “que este efecto es
consecuencia de que en el intervalo de las rentas que van de los 14.000 a los
18.000 euros "se aplica la reducción por rendimientos de trabajo, que
produce una gran progresividad, progresividad que se corrige por el reglamento
para el cálculo de retenciones"”; sin embargo, parece que la idea que
ha calado es que se cobrará más por haber estado en
ERTE, obviando que la diferencia no es lo que Hacienda cobra, sino lo que NO ha retenido en los meses que el trabajador ha estado en
ERTE. Desde luego, es algo que merece una corrección.
Dejaremos el tema de las retenciones y pagos a cuenta del
IRPF para otra ocasión, lo que consideraremos hoy son los supuestos en que es beneficioso presentar la declaración de la renta. En esta ocasión, en vez de remitirme a la
legislación (la normativa tributaria es enrevesada y difícil de digerir, al
menos para quien no esté avezado en la materia, como es mi caso), voy a tomar
como referencia la información que ofrece la propia Agencia Tributaria en su web.
A priori, creo que todo el mundo debería comprobar cuál
es el resultado de su declaración, sencillamente porque, aunque no sea obligatorio, puede presentarla si sale a devolver. Es tan sencillo
como comprobar el resultado del borrador en la web de la Agencia Tributaria. Si no tienes obligación de presentarla, nada pierdes en
comprobar si Hacienda te devolverá algo de lo que te ha retenido a lo largo del
año. Si la cuota líquida es a devolver, tienes que presentar tu declaración para
que Hacienda te reintegre la cantidad correspondiente.
Obviamente, también tienes que presentar la declaración del
IRPF si quieres beneficiarte de deducciones a las que puedas tener derecho
(por inversión en la vivienda habitual, planes de pensiones, planes de
previsión, aportaciones a patrimonios protegidos de personas con discapacidad, doble
imposición internacional … ).
En el mismo caso, si quieres solicitar devoluciones
derivadas de la normativa del IRPF, tales como deducciones por
maternidad, familia numerosa, personas con discapacidad a cargo, etc.
En todos estos casos, para poder hacer efectivas las deducciones y
percibir de Hacienda las cantidades correspondientes, tienes que presentar tu
declaración de la renta. Así que hay que hacer cuentas con Hacienda. Puede que,
aunque no tengas obligación de hacer la declaración, te interese presentarla.
Como decía antes, la legislación tributaria es endiabladamente enrevesada, un laberinto legal enmarañado y verdaderamente
abstruso en el que uno necesita ayuda para orientarse.