La noticia de hoy
RTVE insta al Partido Popular a retirar la solicitud de
registro de la marca 'Verano Azul' (Rtve.es
23 Jun. 2023).
Presentación y sumario
El azul es el color con el que identificamos al Partido
Popular, así que, convocadas las elecciones en pleno verano, los “populares” nos
sugieren que alcanzarán su victoria en las urnas como un “verano azul”. Un eslogan que tiene una importante carga
seductora “para
que los ciudadanos se libren de Sánchez el 23 J” según el PP.
Lo cierto es que, en nuestro imaginario colectivo, “Verano Azul” evoca
aquella mítica serie de televisión que embelesó a España entera de la mano de Antonio
Mercero y Televisión Española.
Esto explica que tanto a los herederos de Mercero como a RTVE no les haya parecido apropiada esta ingeniosa propaganda política y quieran vindicar la marca “verano azul” frente al PP.
Pero ¿qué es legalmente una marca? ¿qué función tiene? ¿qué marcas
pueden registrarse? Sobre estos temas trata hoy la leguleyería.
Marcar diferencias
Siempre que hacemos una marca en algo es porque pretendemos
diferenciarlo de otra cosa igual o semejante. Da igual que le pongamos un
nombre, un dibujo o cualquier otra señal, lo importante es que podamos distinguirlo y no se confunda con los demás. Pues, legalmente, una marca es eso mismo (art.
4, a LM).
Eso sí, la ley exige, como requisito adicional, que la marca
se registre “de manera tal que permita a las autoridades competentes y al
público en general determinar el objeto claro y preciso de la protección
otorgada a su titular” (art.
4, b LM).
Como vemos, el requisito de registrarla tiene como función
dotar a la marca de seguridad
jurídica, para estar seguros de qué marcas existen, qué
significan y para qué pueden utilizarse.
Evitar confusiones
Se trata de evitar el riesgo de confusión (art.
6.1,b; 7.1,b;
9.1,d
LM), incluso “el riesgo de asociación” con una marca anterior. Esto
explica por qué está prohibida la inscripción en el registro de marcas que no
tengan un carácter distintivo propio (art.
5.1,b LM), así como que tampoco puedan ser inscritas aquellas que puedan “inducir
a error” (art.
5.1,g LM).
El titular de la marca tiene conferido el “derecho exclusivo
sobre la misma”, de manera que “está facultado para prohibir a cualquier
tercero el uso [de la marca] si existe un riesgo de confusión por parte
del público”.
Como estamos viendo, lo importante es que la marca sirva para identificar sin confusión un producto o servicio. Así que, volviendo a la noticia que propicia esta leguleyería, cabe plantearse si, de verdad, existe algún riesgo de confusión entre una serie de televisión y una campaña política. Al menos a mí, me parecen ámbitos muy claramente diferenciados.
Marcas con renombre
Hay, sin embargo, otra cuestión a considerar y es que “verano azul” tiene un renombre propio para buena parte de la población española. Podemos llegar a intuir que el Partido Popular lo utiliza como ardid, como una manera de obtener alguna ventaja aprovechando la simpatía que nos sugiere el recuerdo de la serie de televisión.
En este sentido, sí puede que tengamos que considerar la protección reforzada que
la ley otorga a una “marca anterior [que] goce de renombre en España” (art.
8 LM). Una protección que, en tal caso, también se aplica “con independencia de
que los productos o servicios (...) sean o no similares”.
Recapitulación y despedida
No sé si, finalmente, se va a permitir o no al Partido Popular que registre la marca “Verano azul”, puede incluso se haya registrado. Lo que sí parece es que se trata de un poderoso marchamo para intentar diferenciarse, aprovechando el color atribuido a esta formación política en la campaña electoral que estamos viviendo este verano.
La cuestión estaría, por una parte, en que se aprecie riesgo
de confusión y, en especial, si cabe afirmar que puede obtenerse una “ventaja
desleal” (art.
8 LM) aprovechando del renombre que en España tiene la famosa
serie televisiva.
Son muchas las cosas que se me quedan en el
tintero, pero ya sabes que mi intención no es más que facilitar que puedas
orientarte un poco más dentro del abstruso laberinto legal.